Crisis. Todo el mundo últimamente habla de la crisis económica. De que todo va a ir a peor, de que vamos a volver a los 80 cuando gente de cualquier tipo y edad se quedó en el paro... recuerdo a mis padres decir lo de aquello de "¡No! que estamos en crisis". Yo no había reparado mucho en ello, la verdad, más bien no es que no reparara sino que no considero que me esté afectando mucho ya que sigo cobrando lo mismo y los precios han subido a lo largo de los meses sin pausa, pero no especialmente ahora. Para mi, ahorrar es imposible y me alucina la gente que tiene miles de euros en la cuenta corriente. Cuando empiezo a tener algo de dinero ocurre que tengo que pagar el coche, el seguro, otra vez la inspección del coche, el gimnasio, la pintura... los vicios, el ocio... a veces pienso que nunca seré solvente como para comprarme una casa y que nunca tendré dinero. Parecerá como los deseos de la lámpara mágica, pero yo siempre he querido tener dinero. Tampoco mucho, sino con lo suficiente como para vivir con despreocupación y olvidar términos como liquidez, crisis o hay que ahorrar.
En fin, cuentos de hadas.