viernes, 28 de enero de 2011

¿Quién dijo que la vida es lo que nos sucede mientras hacemos planes? nos empeñamos en planificar y pensar, pensar y planificar, y darle vueltas a las cosas, creyendo ingenuamente que tenemos la capacidad de controlar lo que nos pasa. Nada más lejos... las cosas van ocurriendo y nosotros (como especie adaptada a adaptarse a los cambios) vamos haciéndonos a ellas. Y es curioso cómo precisamente va haciéndose, como los meandros de un río, como el agua recorriendo la tierra dejando a su paso árboles, piedras... obstáculos, siempre en bajada hacia algún lugar o hacia ninguna parte.

Es bonito darse cuénta de cómo la vida te va moldeando a ti, en vez de moldearla tú a ella. Cuando menos te lo esperas, algo surge y cambia de dirección. Puede ser simplemente un ligero cambio de rumbo, puede que gire 45 grados y vaya totalmente por otro lado... pero va contorneándose y meciéndose en su recorrido, como un baile de agarrados una noche de verano, dejándote llevar por la música, por el cuerpo del otro, acompasado, por el olor del verano... con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en su hombro. Simplemente dejándote llevar.

¿Cómo veré mi recorrido dentro de unos años? el cauce de un río siempre se ve mejor desde las alturas.