lunes, 21 de diciembre de 2009

MADRID NEVADO

¡¡Cuán rápido pasa el tiempo!! desde marzo no consigo volver a escribir en este mi espacio... y no por pereza, ya sabéis, sino por cambio de planes de complicada evolución y aceptación. Hoy de repente he pensado que me apetecía volver a escribir, buena señal. Creo que ha sido la nevada. Ayer cuando en la guardia, iba hacia la habitación a dormir, me quedé un rato en el hall de la puerta lateral viendo como caían esos copos como sandías y cómo todo se ponía blanco, blanco... ha costado, pero ha llegado. Parecía que el frío nunca iba a llegar pero aquí está, sé que para muchos es una locura, pero a mi me encanta el frío. Más bien creo que no es que me encante el frío, sino que me gustan los cambios de estaciones. Me gusta la primavera suave, el verano caluroso, el otoño fresco y lluvioso y el invierno frío y nevado, con sus guantes, su gorro, su bufanda gorda y su aliento vaporoso en la calle. Entonces hacía calor y ahora hace frío, todo cambia, sólo hay que dejar que el viejito del Tiempo te lleve en su barca hasta la otra isla.

Al mirar por el balcón y ver las pocas tejas nevadas que quedan en el convento me he dado cuenta de cuántas ganas tengo de Nochebuena y Navidad, sensación que no tenía hasta hoy, más bien al contrario, pero ya lo he dicho, todo cambia.

¡¡FELICES FIESTAS!!