Creo que es la primera vez que paso la noche de reyes sin mi familia, es más, creo que es la primera vez que no la celebro o que no voy a tener reyes... Hace algún tiempo, era la noche más emocionante del año. Mi padre nos bajaba a la cabalgata con frío de horrores y mi madre nos esperaba a la vuelta con unas sopas de ajo bien calentitas y roscón de postre. Limpiábamos y colocábamos los zapatos debajo del árbol (recuerdo una bronca de mi padre por poner las zapatillas de casa, le parecía muy cutre...) y nos metíamos en la cama llenos de ilusión y emoción a partes iguales. Mi intención siempre era pillarles, quedarme despierta el tiempo suficiente o bien confiar en que con el ruido, me despertaría. Pero según mi madre, estábamos tan agotados y extasiados por el gran día que caíamos rendidos en la cama, y tampoco éramos de los típicos niños que se despiertan super pronto, mi hermano y yo siempre hemos sido bastante, bastante osos... así que nos levantábamos tardecito y abríamos los regalos con rapidez. Yo recuerdo pedir exactamente TODO lo pin y pon, y según mi madre, de bien pequeña, un puesto y un camino. El puesto me lo trajeron (todavía lo conservo... ¡y la de juego que ha dado, con su caja registradora, sus frutas y verduras...!), el camino no sabían muy bien cómo.
En mi casa seguimos conservando la tradición de escribir una carta a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, poner los zapatos bajo el árbol y abrir los regalos con la mayor sospresa y emoción. A mi me encanta. Pero este año, por razones varias, estoy en Madrid; y la verdad es que me da un poco de pena, pero en fin, hay veces que las cosas tienen que ser como son, así que lo mejor será disfrutar de mi guardia de reyes, ¡¡que seguro que hay roscón por un tubo!!
El otro día, revisando fotos, vi algunas del día de reyes en la casa del río, aunque suene cursi ¿hay algo más bonito que la cara de un niño cuando abre los regalos que le han traído los reyes?
En mi casa seguimos conservando la tradición de escribir una carta a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, poner los zapatos bajo el árbol y abrir los regalos con la mayor sospresa y emoción. A mi me encanta. Pero este año, por razones varias, estoy en Madrid; y la verdad es que me da un poco de pena, pero en fin, hay veces que las cosas tienen que ser como son, así que lo mejor será disfrutar de mi guardia de reyes, ¡¡que seguro que hay roscón por un tubo!!
El otro día, revisando fotos, vi algunas del día de reyes en la casa del río, aunque suene cursi ¿hay algo más bonito que la cara de un niño cuando abre los regalos que le han traído los reyes?
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